Una bolsica de pan en un pispás.

Cada día, voy con mis amigas Nieves y Raquel a una panadería en la calle Silos, allí compro un pan buenísimo. Mi pueblo, Alcalá, es famoso por sus panes, y  la verdad, hacen honor a su fama.  Aunque a mí, me gusta el pan morenito y que se deshaga en migajas, que cruja, que haga ruido al morderlo. Y, en una bolsa de plástico, la verdad, se ablanda y parece de goma. Así que ayer, me hice una bolsita con fieltro, y la forré con una tela blanca con florecicas verdes, de algodón. Así, si el fieltro soltase alguna pelufa, no se pegaría al pan. Cabe poco, apenas dos bollos o picaitas, pero así no me hincho, que luego engorda mogollón. Ahí os la dejo, no me maté, pero es práctica.