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Tumba del terror |
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Cofre y árbol del miedo |
Siempre dije y mantengo que, hasta que en Norte América no celebren un Bando de la Huerta, o una feria de Sevilla, no celebraría Halloween... pero claro, eso no quita que me encuentre los escaparates llenos de esqueletos de plástico con ojos luminosos, morciguillos colgando del techo, arañas y calabazas con caras recortadas. Y por no decir, que hay que tener caramelos y demás golosinas, por si se presenta algún grupo de chavalitos al grito de "truco o trato". Y fijaos, en Sanlúcar de Barrameda me he encontrado éstas estupendas manualidades, de dos niñas de 9 y 11 años, Ana Rocío y Linarejo, que, con materiales tan comunes como los estropajos de aluminio, la paja, unas cajas de cartón, o unas bolas de corcho, han ideado éstos simpáticos trabajos para adornar la noche en la que las ánimas conviven con los vivos. Aunque en realidad es la noche del 1 al 2 de noviembre, en la que los espectros, campan a sus anchas. Preciosos, verdad?
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